Pase adelante...

 

En revista LATINOVISIÓN nos caracterizamos por presentar novedosos temas de actualidad, diálogos con personajes relevantes y análisis de manifestaciones culturales que convergen en nuestra inmensa sociedad latina, todos realizados por profesionales versados y expertos en los temas que se abordan, y siempre tratamos de hacerlo de forma accesible, dinámica y fresca, lográndolo las más de las veces.

Parte de esos logros se debe a que nos preciamos de conocer a nuestros lectores y de adivinar sus gustos y tendencias; eso sin olvidar que hablamos de un amplio rango de edades que va desde los 18 -ad infinitum, y que nos leen desde 34 países.

No está mal este resultado para una pequeña empresa en San Francisco donde la escritura y la creatividad siguen pujantes y entusiastas hoy en día.

Es obvio que nos mueve una sana curiosidad intelectual y el hecho insólito de no haber perdido nuestra capacidad de asombro en medio de la vorágine de la posmodernidad. Y el resultado de todo ello es la variedad de análisis y puntos de vista en lo que se refiere al pensamiento contemporáneo, modas, tendencias y evoluciones de la cultura general, y por supuesto a las actividades de nuestros socios de viaje, es decir, la raza humana. Y son precisamente las interacciones y sus manifestaciones culturales los asuntos que nos interesan abordar, ya sea cuando publicamos artículos críticos sobre la pobreza en Mesoamérica y el fenómeno de las maras, o de milagrosos logros ecológicos en nuestra América del Sur; de un video-desfile de atrevidos trajes de baño en Río de Janeiro o de los artistas plásticos centroamericanos más vendidos en Wall Street.

El tamaño de nuestra curiosidad parece ampliarse más, cuanto más buscamos nuevas formas de manifestaciones latinas en el mundo. Otra cosa: ningún tema es tabú para nosotros. Puede ser la frívola búsqueda del mejor mojito servido en la cosmopolita California, o la curiosidad por descubrir las mejores playas para surfear y los mejores clubs para escuchar jazz moderno en Latinoamérica; como también el primer capítulo de una novela inédita de un joven escritor que promete, o un video con lo más reciente de la producción de un rapero salvatrucha en Los Ángeles.

También nos caracterizamos por abordar temáticas de economía y negocios desde un punto de vista práctico, moderno e informativo, siempre en una tónica optimista e inteligible. Ni nos perdemos en sesudos análisis de economía política, ni desdeñamos un buen ensayo académico que arroje luz sobre nuestras difíciles relaciones con el dinero, la tecnología o la ciencia.

Y cuando hablamos de la ineludible política, pues tocamos esos temas más con una saludable curiosidad ciudadana, que con el exaltado espíritu de una agenda ideológica. Quizá porque nos interesa sobre todo la parte humana de sus actores -los políticos-, sus idearios y sus relaciones con nosotros los que recibimos las recetas de sus decisiones. Somos de la opinión que nos conviene más conocer la fibra humana de quienes nos gobiernan, para no sorprendernos después de sus aventuras e ineptitudes y de darnos cuenta de que son tan humanos como el resto de los ciudadanos comunes.

Captura de pantalla del sitio web de LatinoVision Media 2007-2012.

Así que lo hemos decidido categóricamente: en LATINOVISIÓN queremos comenzar esta segunda década del nuevo siglo con renovado espíritu y con deseos de abarcar más espacios editoriales. Y queremos hacerlo en una tónica optimista, con un tenaz espíritu independiente, buscando siempre lo mejor que nuestra cultura ofrece al mundo y a los protagonistas de esas novedades y cambios. A eso llamamos una verdadera revista.

Como pueden ver el argumento de fondo es el optimismo, que será el banderillazo de salida este primer mes de esta nueva década (y eso de nueva década desde ya es debatible, pero así somos). El objetivo es fortalecer nuestra disposición intelectual para la década que comienza hoy en la que esperamos tenga más protagonismo lo que hemos logrado que aquello que se ha perdido. Nos negamos a perpetuar el monótono ruido pesimista y el cacareo informativo, así como renegamos de depresiones económicas y visiones apocalípticas para el futuro. Lo que necesitamos es estar informados y dialogar con los protagonistas de nuestra contemporaneidad, que somos nosotros mismos.

En fin, ya hemos comenzado. Confío en que nos acompañarán esta década. Juntos pondremos la pizca de optimismo que tanta falta le viene haciendo a nuestras vidas.


ARMANDO MOLINA
San Francisco, California, enero de 2010

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