CINE: Guardianes del Futuro


Guardianes del Futuro (Documental, 27 mins. USA. 1994).
Título original en Inglés: In Good Hands: Culture and Agriculture in the Lacandon Rainforest.
Productor/Director: Jaime Kibben
Co-Productor: Steve Bartz
Montaje: Toshi Washizu



En las últimas décadas, libros, artículos y documentales han inundado al público para concientizar y advertir sobre la destrucción de las selvas tropicales en el mundo. Muchos han detallado las amenazas causadas por la tala de árboles, la minería, proyectos hidroeléctricos, los ranchos ganaderos y la colonización, pero pocos han propuesto alternativas prácticas.

El desmonte de tierra para la agricultura sigue siendo la razón principal para la continua destrucción de la selva. Durante siglos, los campesinos de la selva tropical han practicado agricultura de la tala y quema, cortando bosque para obtener una parcela de tierra, quemando los matorrales y residuos de la tala. Con la quema se liberan los nutrientes de la vegetación selvática; la ceniza fertiliza la tierra en el nuevo campo, pero después de dos o tres de monocultivo (sembrando una sola cosecha, usualmente maíz) la delgada capa vegetal se agota y la milpa tiene que ser abandonada.

La selva lacandona es la última selva tropical en Norteamérica y hogar de los mayas lacandones, el único grupo Maya no conquistado por los españoles. Los lacandones han sobrevivido sin ser molestados en el siglo veinte, en gran parte por lo inaccesible de sus tierras en el sureste de Chiapas, una región ahora amenazada por ranchos ganaderos, explotación petrolera e incursiones agraristas. Guardianes del Futuro documenta las técnicas de José Camino Viejo, un lacandón maya y maestro agricultor de la selva tropical, quien, usando métodos tradicionales de intercambio y rotación de cultivos para continuamente revitalizar la tierra, es capaz de realizar un aparente milagro.

Establecido en un área conocida como Mesabak, en la selva lacandona del estado de Chiapas, se calcula que José Camino Viejo se aproxima a los noventa años de edad. Adepto agricultor de la selva tropical, este maya lacandón es parte de una pequeña comunidad que se ha aferrado a sus tradiciones, escudándose del proselitismo de los misioneros cristianos y de los eslóganes de los vendedores de fertilizantes. Después de ochenta años de uso, su machete se ajusta a su mano con gran naturalidad y hasta parece como una extensión orgánica de su brazo: el arado, el hacha y la hoz, en un solo implemento. Mientras trabaja en su cultivo José se comunica en su lengua maya lacandón norteño; habla de la siembra, de su milpa, de la fertilidad de la tierra, del paso de las estaciones, del mundo animal y las plantas medicinales.

Caminando a través de la selva adyacente a su milpa, José nos señala un chechem, el “árbol llorón”, peligroso por su savia venenosa; nos habla del guayacán, árbol de una madera tan fuerte como el acero, y nos muestra un chicozapote del cual el chicle o hule crudo es extraído. Aparentemente, su conocimiento del mundo natural no tiene fronteras.

Más que un documental que evoca una semblanza etnográfica de este extraordinario hombre, el valor real del filme Guardianes del Futuro descansa en el hecho de preservar su conocimiento agronómico.


ARMANDO MOLINA
San Francisco, California

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