BRASIL–PORTUGAL: A 525 años de la llegada de Pedro Alvares Cabral ▪︎ Fernando Del Corro
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Desembarque de Pedro Álvares Cabral en Porto Seguro en 1500 / ARTE: Oscar Pereira da Silva (1865-1939) |
BRASIL– PORTUGAL:
A 525 AÑOS DE LA LLEGADA DE PEDRO ALVARES CABRAL
Por FERNANDO DEL CORRO
De la discutible cronología de la llegada de europeos –y hasta posiblemente de chinos- a América durante la transición del medioevo a la modernidad, tal vez la mayor certeza sea la correspondiente de la primera aparición por el hoy Brasil de ibéricos, fecha de la cual en estos días se conmemora un período capicúa, 525 años, pero a sabiendas de que está atrasada en 83 días.
El 22 de abril de 1500 arribó a Monte Pascoal, en el actual estado de Bahía, la expedición lusitana encabezada por el marino portugués Pedro Alvares Cabral. Este, a pesar de viejas historias sobre un “descubrimiento” casual, tenía, según ya se da por cierto, instrucciones de su gobierno de desviarse hacia el continente hoy llamado América, como consecuencia de los registros de 1497 de Vasco da Gamma, quién camino del ahora Cabo de Buena Esperanza, pasó cerca de la costa de Pernambuco.
La certificación de que no fue la expedición de Alvares Cabral la primera europea en llegar al hoy Brasil ha hecho que, precisamente, el estado de Pernambuco reconozca como fecha de la llegada de europeos a las tierras del actual gigante de América del Sur la del 26 de enero de ese mismo 1500 cuando hizo su aparición, según los registros, por Punta Gruesa, en el municipio pernambucano de Santo Agostinho.
Por FERNANDO DEL CORRO
De la discutible cronología de la llegada de europeos –y hasta posiblemente de chinos- a América durante la transición del medioevo a la modernidad, tal vez la mayor certeza sea la correspondiente de la primera aparición por el hoy Brasil de ibéricos, fecha de la cual en estos días se conmemora un período capicúa, 525 años, pero a sabiendas de que está atrasada en 83 días.
El 22 de abril de 1500 arribó a Monte Pascoal, en el actual estado de Bahía, la expedición lusitana encabezada por el marino portugués Pedro Alvares Cabral. Este, a pesar de viejas historias sobre un “descubrimiento” casual, tenía, según ya se da por cierto, instrucciones de su gobierno de desviarse hacia el continente hoy llamado América, como consecuencia de los registros de 1497 de Vasco da Gamma, quién camino del ahora Cabo de Buena Esperanza, pasó cerca de la costa de Pernambuco.
La certificación de que no fue la expedición de Alvares Cabral la primera europea en llegar al hoy Brasil ha hecho que, precisamente, el estado de Pernambuco reconozca como fecha de la llegada de europeos a las tierras del actual gigante de América del Sur la del 26 de enero de ese mismo 1500 cuando hizo su aparición, según los registros, por Punta Gruesa, en el municipio pernambucano de Santo Agostinho.
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Grabado de época del navegante portugués Pedro Alvares Cabral (1467 - 1520) |
Incluso no se descarta que haya habido otros españoles que pasaron antes por esas costas, pero de los que no hay antecedentes certificados. Eran los tiempos en los que regía en teoría el Tratado de Tordesillas, bula del papa Alejandro VI que otorgaba las tierras al occidente del meridiano que pasa a 370 millas al oeste de las islas de Cabo Verde a la corona castellana y las que se sitúan al oriente del mismo a la lusitana.
Al cumplirse los 500 años de la llegada del andaluz Vicente Yánez Pinzón a Pernambuco, el 26 de enero de 2000, el gobierno de ese estado señaló la necesidad de “rescatar la verdad histórica”, mientras el municipio de Santo Agostinho puntualizó en dicha ocasión: .”Nuestra intención es iniciar hoy un proceso de revisión histórica para hacer justicia al navegante Vicente Yáñez Pinzón, ya que su proeza no puede ser desconsiderada por un acuerdo diplomático, el Tratado de Tordesillas". Para la comuna española de Palos de la Frontera, en Huelva, donde nació el jefe de la expedición que partió el 19 de noviembre de 1499, "Los hechos son incontrovertibles y no podemos modificarlos. La historia no puede ser acomodada a conveniencias políticas".
Alvares Cabral fue quien dio la primera denominación precisa al territorio incorporado al conocimiento europeo. Lo llamó Isla de Santa Cruz en nombre de la corona de Manuel I, pensando que se trataba de un territorio insular, nombre que luego fue cambiado por el de Tierra de Santa Cruz y, posteriormente, por el actual de Brasil en razón de la abundancia en sus montes del árbol denominado “pau brasil” (palo brasil).
Los portugueses, desde los tiempos del príncipe Enrique “El Navegante” (1394-1460), hijo del rey Juan I, habían desarrollado un ambicioso y estudiado plan de expansión marítima atlántica en busca de las tierras del Extremo y el Medio Oriente dando la vuelta por el sur de Africa, camino conocido o al menos sospechado, ya que los mapas de ese continente, aunque deformados como una suerte de papa, existían desde la Antigüedad. El propio Enrique, fundador de la escuela de náutica de Sagres, había participado en su juventud en algunas expediciones.
Pinzón fue el mismo marino andaluz que al comando de “La Niña” acompañó a Cristóbal Colón en su viaje a América de 1492. Una expedición de la que también participaron sus hermanos Martín Alonso Pinzón, al frente de “La Pinta” y Francisco Pinzón. De joven se había dedicado a la piratería operando sobre el comercio marítimo en la zona de Cataluña y las islas Baleares.
El viaje de 1499-1500, a pesar de su éxito en cuanto al conocimiento de las tierras americanas como que fue el primer ibérico que se tomó por el río Amazonas, al que llamó Marañón, y el Orinoco, al que denominó Dulce, terminó ruinosamente, ya que determinó la quiebra de la familia Pinzón como armadora, aunque luego, en 1508, el mismo Vicente Yánez, fue convocado por el rey Fernando V “El Católico” junto a Juan Díaz de Solís y a Américo Vespucio para buscar la “Ruta de la Especiería”.
Pero la llegada de Pinzón a Brasil sí fue originada por las inclemencias del tiempo ya que la expedición fue arrastrada por un temporal cuando navegaba cerca de Cabo Verde. En cambio, la expansión lusitana hacia esa zona fue parte de una continua y planeada política atlantista diseñada largamente desde los tiempos de Enrique, el gran arquitecto del futuro mundo colonial portugués.
FERNANDO DEL CORRO, periodista, historiador argentino, docente en las facultades de Ciencias Económicas (FCE) y Derecho (FD), de la Universidad de Buenos Aires (UBA), en “Historia Económica Argentina” y “Deuda Externa”, respectivamente. Asiduo colaborador de revista VOCES de California desde su incepción en 1990.
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